Experto: dícese de alguien que ha leído un libro

El Forges

Expertos.

Hace algún tiempo se decía de ellos que eran hombres que venían de fuera y mostraban diapositivas en inglés. Hoy ya no es así. No son indispensables ni la masculinidad ni la extranjería.

Hoy y hablando de un campo determinado, un experto es alguien que ha leído un libro, aclarando que, si el libro en cuestión se refiere a ese campo concreto, ya sería un superexperto.


Viene esto a cuento del último informe negacionista del cambio climático que determinados medios de comunicación están amplificando hasta el infinito. Para no ocultar las cartas, se trata del informe “There is no climate emergency” promovido por el «Grupo Global de Inteligencia Climática«, que anuncia que, partir de ahora, “brindará asesoramiento solicitado y no solicitado sobre cambio climático y transición energética a gobiernos y empresas de todo el mundo

La parcialidad de muchos de los medios de comunicación es de siempre sospechada, pero ¿la de los libros que firman expertos?

En el presente año de 2024 “Cajamar Caja Rural” ha editado el libro titulado “Regadío y seguridad alimentaria. La situación en España”, en el que se incluye un capítulo (“La seguridad agroalimentaria, el cambio climático y los regadíos”) firmado por Jaime Lamo de Espinosa (también co-coordinador del libro) en el que se lee:


El Forges

“Pero el Cambio climático no se ve hoy –pasado el verano– como antes. Un muy importante manifiesto firmado por dos Premios Nobel, Clauser y Giaver, y suscritos por 1609 científicos del mundo entero han negado –al final del verano– que exista «una emergencia climática», rechazan que el posible calentamiento sea de origen antropogénico y se oponen también a la religión climática imperante. Afirman que la política climática «no es científica», que el mundo se ha calentado menos de lo que afirma el IPCC y sostienen que el CO2 no es contaminante, sino que es un elemento esencial para la preservación de la vida vegetal (los agrónomos sabemos bien de su importante papel en la fotosíntesis) y humana, y anuncian que «hay que revisar políticas». Aseguran que la ciencia del clima debería ser menos política.

Y ello destruye muchos de los principios y las medidas propuestas y adoptadas por el IPCC, el famoso Panel de París, algunas de cuyas medidas son muy contrarias a la agricultura y amenazan la solución del hambre…


Palabra de experto. De un experto al que muchos recordamos como ministro y que hoy, a sus 82 años sigue firmando como “catedrático”.

Palabra de experto que, además, se apoya en otros expertos. Tan expertos como para ostentar el premio Nobel de física como ellos mismos recuerdan al firmar.

Lo que no dice ninguno de ellos es la razón por la que fueron premiados por la Academia Sueca. Quizá piensen que el galardón les confiere autoridad en cualquier campo.

Pues bien, el primero  de ellos (John F. Clauser, 81 años) fue premiado «por experimentos con fotones entrelazados, estableciendo la violación de las desigualdades de Bell y siendo pioneros en la ciencia de la información cuántica» y el otro (Ivar Giaever, 94 años) lo fue por «por sus descubrimientos experimentales sobre los fenómenos de efecto túnel en superconductores«. Ambos, al igual que Lamo de Espinosa, ¿expertos climáticos?

El Forges

Y luego están los 1609 expertos.

La campaña negacionista tiene como “embajadora” en España a Blanca Parga Landa, que se autodefine como “Doctora, Experta en Modelización, especialista en Derecho Ambiental”. Realmente trabaja como profesora de universidad en el área de conocimiento de “Ciencia de los materiales e ingeniería metalúrgica”.

Geográficamente, veinte de los firmantes del manifiesto aparecen en el grupo español que es realmente variopinto. Simplemente como ejemplo, entre ellos está María Teresa Estevan Bolea (jubilada en 2006) que se autodefine como “Ingeniero Laureado 2019 Real Academia Española de Ingeniería, Premio Mundial 2018 en Ingeniería WFEO (Federación Mundial de Organizaciones de Ingeniería), Premio Nacional de Ingeniería Industrial 2019”. Frente a eso, algunos la recordamos por las polémicas judiciales relacionadas con el cargo de presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear que ejerció durante cinco años.

Un segundo ejemplo puede ser el de Wynn Williamson, que aparece entre los firmantes españoles como “cofundador y socio director de la promotora inmobiliaria BWRE”.

Todo muy relacionado con los asuntos climáticos…

Y para acabar con una sonrisa, el sucedido del violinista que ilustra la cuestión.


  • “Comienza el esperado concierto y, al poco, un afilado “ñiii-ñiii” de violín sobresalta al auditorio.
  • Con un par de golpes de batuta, el director para y reinicia el concierto.
  • En el mismo punto, nuevo “ñiii-ñiii” y nuevo reinicio.
  • Y otra vez “ñiii-ñiii”.
  • Esta vez, desde el auditorio, alguien grita: ¡Violinista, hijoputa!
  • El director, serio, se vuelve y se encara con el público y explota: ¿Quién es el imbécil que ha llamado violinista a este hijoputa?”

Y es que, a veces, lo que oyes y lees son simples falsedades interesadas. Ten cuidado, sobre todo si se trata de afirmaciones que te resultan sorprendentes o/y que están presentadas como un dogma, sin ninguna justificación convincente, y tan solo avaladas por una pretendida autoridad científica del firmante.

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